Existen
ciertas bandas que llegan a formar parte de la historia del R&R
bien por sus excesos, por sus grandes discos, por su indumentaria,
por haber sido un revulsivo dentro de la escena rockera, por las
tragedias vividas en sus filas o por su gran puesta en escena. Por
supuesto que hay grupos que sólo destacan por una o varias de estas
cosas y otros que contienen todas ellas y alguna más que, con toda
seguridad, se me queda en el tintero. Metallica tiene todos
estos ingredientes, algo que les ha llevado a la cúspide de los
sonidos más duros del Rock. Se han escrito tantas biografías,
tantos artículos, hemos leído tantas entrevistas, de cualquiera de
sus miembros, y hemos visto tal infinidad de videoclips y conciertos
suyos que poco nos puede sorprender algo nuevo sobre ellos. Lo bueno
de cómics como éste es que, por una parte, aportan algo más a lo
que ya podías saber sobre la banda, por otra, sin embargo, vuelven a
repasar sucesos totalmente conocidos por la mayoría de los
seguidores de los californianos, entre l@s que me incluyo. Ésto no
es que sea bueno o malo, es lo que suele suceder cuando lees varias
biografías ya sea de un personaje o de un grupo musical como el que
vamos a tratar.
Antes
de meternos en faena, os comentaré algo sobre los autores de este
relato, Jim McCarthy y Brian Williamson. El primero
tiene en su haber varias novelas gráficas acerca de bandas como The
Ramones, The Sex Pistols, Kurt Cobain, Bob
Marley o Michael Jackson, entre otros. A esto hay que
añadirle un libro titulado “Voices Of Latin Rock”
donde analiza el Rock Latino, a Santana y todo lo referente al
barrio de San Francisco conocido como “Mission District”.
En cuanto a Williamson es un ilustrador londinense
especializado en novelas gráficas, storyboards, publicidad y diseño
de personajes que ha colaborado con McCarthy en sus
publicaciones sobre Michael Jackson y The Ramones. Tengo que
reconocer que, a pesar de tratar historias de bandas que me gustan
bastante, esta es la primera obra que leo de ambos.
Con
un prólogo bastante bueno, en general, pues toca todas las épocas
del grupo, pero no nombra ni a Newsted ni al “Reload”,
la obra se divide en tres capítulos que pondrán sobre la mesa los
distintos sucesos vividos por la banda. El primero comienza haciendo
mención al jugador del baseball Mariano Rivera para seguir
con una reflexión de Mustaine sobre el consumo de cocaína.
Luego nos encontraremos con los contactos iniciales de los dos
miembros originales, Ulrich y Hetfield, y sus primeros
ensayos junto a Ron McGoveny interpretando “Hit The
Lights”. Lars también tiene su hueco reflexivo acerca de
la New Wave Of Britihs Heavy Metal y cómo influyó
ésta en su forma de tocar la batería. De aquí pasaremos a
descubrir cómo llegaron a ponerle el nombre que tod@s conocemos a su
formación y su primer concierto. El señor Mustaine vuelve a
ser protagonista al contarnos su infancia y relación con los
Testigos de Jehová y su entrada y salida del grupo. Como sabemos, su
expulsión dio lugar al ingreso de Kirk Hammett para la
grabación del que sería el primer redondo grabado en Nueva York.
Es
en este punto donde comienza el segundo capítulo al que seguirá la
grabación de “Ride The Lightning” en Copenhagen y
su gira con Venom, el cambio de mánager, su entrada en la
discográfica Elektra y el concierto en el mítico
Marquee londinense. Aquí comenzará el ascenso del grupo con el que
pisarán los primeros metros del Olimpo del Metal debido a la puesta
en el mercado del que, para much@s, es su mejor obra… “Master
Of Puppets”. Está claro que este álbum es uno de los más
reconocidos dentro del género, a mí, personalmente, me encanta,
pero tiene en su currículum uno de los pasajes más oscuros de la
banda, puede que el más sombrío de todos, la muerte de su gran
bajista Cliff Burton en aquel desgraciado accidente de
autobús. Su gira como teloneros de Ozzy les había llevado a
cuotas muy altas de popularidad, además de otras cuotas de ingestión
de ciertas sustancias, y este suceso frenó en seco su carrera. A
partir de aquí todo empieza a ir muy rápido en el cómic. La
entrada de Newsted, la salida del vídeo “Clif ´Em
All”, su segundo paso por Donington, la edición de los
primeros discos con el nuevo bajista, el bombazo de su primer
videoclip, “One” y su nuevo paso por el conocido
escenario inglés del Monster Of Rock o la elección de
Bob Rock como productor de su quinto y exitosos disco,
conocido como “El Negro”.
El
tercer capítulo comienza con la gira conjunta con G´N´R y los
avatares que sucedieron durante la misma. Luego llega el turno del
voceras del grupo para hablarnos de su infancia, su relación con la
religión de sus padres y la pérdida de éstos. Después de este
paréntesis nos encontramos con la parte que más me ha gustado de
esta obra, sobre todo porque desconocía su buena relación, en
general, con los grandes del Grunge, más con Kurt Cobain,
para ser más precisos.
Con la salida del directo “Live Shit…”
comenzarán los problemas con su discográfica Elektra que se
verán acrecentados con la publicación de sus discos más
criticados, “Load” y “Reload”, a
pesar de que el vídeo de “Until It Sleeps” llegase
al Nº 1. La
decisión de Jason de dejar la banda, por decirlo de alguna
manera, ampliaría los problemas de adicción de Hetfield que
no tendría más remedio que pasar por un centro de desintoxicación.
Otro de los temas cumbre de la historia de Metallica es el
episodio que protagonizó su batería con Napster y el boom de
las descargas ilegales. Con Robert Trujillo ya en sus filas,
nace “St. Anger” y su famoso documental “Some
Kind Of Monster”. Disco del que se esperaba bastante y que
pasó más desapercibido de lo que el grupo esperaba, y eso que, al
igual que el siguiente, “Death Magnetic”, llegó a
ser Nº 1 en muchos países nada más salir, datos que les llevaron a
la inclusión en el Paseo De La Fama Del R&R. Termina el cómic
hablándonos de su disco con Lou Reed, por si dio poco de qué
hablar el asunto, la gira junto a Megadeth, Anthrax y
Slayer, y la jubilación de su elogiado jugador de baseball,
Mariano Rivera.
Una
vez analizado a fondo el cómic, diré que hay cosas que me han
gustado mucho, como las reflexiones de los miembros de la banda
acerca de la droga o la religión o el acercamiento a la infancia y
adolescencia de los mismos, además de ciertas anécdotas que no
conocía o la relación entre ellos que poco se toca en otras
biografías. También hay una parte que no me ha sorprendido en
exceso por conocer muchos de los acontecimientos que se tratan, algo
que, como ya dije, no es ni bueno ni
malo. Ahora bien, para un
defensor del blanco y negro en el mundo de las viñetas como el que
escribe, esto no quiere decir que el color no me guste, al revés, sí
que he echado en falta el colorido en esta obra. Creo que con él
hubiera sido mucho más impactante, sobre todo en ciertos momentos de
la misma. Otra de las cosas que menos me han gustado ha sido el paso
tan fugaz por ciertas etapas en contraste con la recreación de
momentos que, para mí, esto es una simple apreciación, no son tan
esenciales. Si a todo esto le sumas las idas y venidas cronológicas
nos encontramos con una historia un poco liosa de entender para
aquell@s que pretendan acercarse al grupo por primera vez a través
de sus páginas. Sea como fuere, a Metallica poco le queda por
conquistar dentro del mundo del artisteo; tienen cómics, vídeos,
películas, han grabado con orquesta, en el Polo Sur y miles de cosas
más que ni siquiera podríamos recordar en estos párrafos. Ahora,
con otro gran disco en el mercado como es “Hardwire…To Self
Destruct”, sólo nos queda esperar sus próximos shows por
estos lares que, con toda seguridad, serán una pasada, pero de eso
ya hablaremos una vez que lo hayamos vivido. Mientras tanto,ojalá
podamos seguir disfrutando de uno de los grupos que más me han
gustado de siempre por muchos, muchos años.
The Four Horsemen
Forever!!
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